jueves, 21 de mayo de 2015

насилие

Me gustaría dedicar esta entrada a una vieja amiga nuestra. Una amiga que nos ha acompañado desde el principio de los tiempos: La violencia.

Me atrevería a decir que ha sido el recurso más usado por la humanidad para conseguir bienes o cualquier objeto de interés. Un recurso que hemos usado sin ningún escrúpulo hasta la declaración de los derechos humanos. Y ahí viene el problema, porque desde entonces se ha convertido en algo que "enseñamos" a que no se use. En la escuela se castiga el uso de la violencia, cuando hay peleas entre hermanos y hermanas se riñe y se castiga a estos. Sin embargo pensemos en el mensaje que recibimos socialmente.

Mientras invertimos esfuerzo, tiempo y dinero en intentar inculcar que la violencia no es el camino adecuado, en la televisión observamos como se declaran guerras, cómo se atenta contra entidades y personas y cómo la policía arremete contra los y las manifestantes sin piedad. 

En pleno siglo veintiuno la violencia sigue siendo la principal "solución" para cualquier tipo de estorbo para el correcto desarrollo de la democracia y el estado de bienestar.

Y claro, sabemos de sobra que todos aquellos que ejercen la violencia legal lo hacen en total contra de sus principios y voluntad. Y para más solidaridad lo hacen en plena igualdad de condiciones y tomando sólo las medidas estrictamente necesarias. Sabemos que su objetivo es la prevención de conflictos violentos y por eso se muestran protectores. Encima, en caso de tener que infligir daño lo hacen al mínimo posible, 

Está claro que la prioridad de las fuerzas del orden es ordenar, ¿y quién no sabe que las herramientas más adecuadas para ordenar algo son una porra y unas pelotas de goma?

Porque el ser humano no es violento hasta que lo dotas de anonimato le das protección y lo armas. 

0 comentarios:

Publicar un comentario