No nos gustamos.
Vivimos en una continua comparación. En los medios de comunicación nos venden modelos de conducta, modelos físicos, modelos de todo tipo. Modelos que generalmente tienden a ser falsos y sin embargo tendemos a conseguir ser como ellos.
Visto está que no nos queremos a nosotros mismos, no al menos como deberíamos. Queremos cambiar nuestro cuerpo y no precisamente por salud. Queremos cambiar nuestro olor, nuestra forma de ser, nuestras aptitudes.
Nos comparamos, y cada vez que lo hacemos nos herimos a nosotros mismos, porque el mensaje que realmente nos creamos es el de "yo no valgo tanto como". Y sí, si valemos valemos mucho, pero valemos de formas diferentes. Tal vez en vez de buscar fuera lo que hemos de ser, deberíamos buscar dentro.
El cambio y el desarrollo son positivos, pero si la convicción es totalmente nuestra, no si queremos ser otra persona.
0 comentarios:
Publicar un comentario